"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os eh puesto para que vayáis y levéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidieres al Padre en mi nombre él os lo dé"

(Juan 15:16)

Lea efesios 4.7-15; Romanos 12.4-8

¿Cuál es mi llamado?" Esa es la duda que existe en nuestro corazón cuando estamos decididos a servir al Señor

TRES LLAMADOS ESPECIALES

Cuando estudiamos la Palabra de Dios, verificamos que todo creyente recibió del Señor por lo menos tres llamamientos especiales.

1 .- Para la Salvación
Es un llamado universal (Mateo 11.2 una vez que la salvación es ofrecida a todos (Juan 3.16; Hebreos 2.9) Jesús dice: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento" (Lucas 5:31,32) Por ventura ¿ Hay alguien que no sea pecador?
(Romanos 3:23, 5.12; Salmo 51:5)

2.- Para la evangelización.

En 1Pedro 2.9, el apóstol responde algunas preguntas sobre ese llamado.

a) ¿Quienes somos?

Generación electa, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido.

b) ¿Para qué somo eso?

Para anunciar las virtudes de Cristo (Marcos 16:15; Mateo 28:19)

c)¿Quién nos llamó?

Jesús (Juan 8.12)

d) ¿De donde fuimos llamados, y para donde?

De las tinieblas a la maravillosa luz de Cristo (Colosenses 1:13)

Todos los salvos reciben ese llamado independientemente de su ocupación en la iglesia. Muchos no tienen habilidad para predicar al aire libre, pero poseen tremenda facilidad para utilizar, el evangelismo personal. No importa el medio: Todos deben estar ocupados en la evangelización la tarea primordial de la Iglesia.

3.Para una obra específica.

Además de los llamados para la salvación y para la evangelización, cada creyente recibió de Dios un llamado específico. Usted tiene una misión especial para realizar en pro de la edificación de la Iglesia. Así como el cuerpo humano , cada órgano tiene su finalidad específica para el bien de todo el Cuerpo de Cristo , cada salvo ejerce una obra en beneficio del organismo.

En la obra del Señor, unos reciben el talento para cantar, otros para predicar, otros para enseñar, otros para pastorear, otros para interceder, etc.

¿Cómo saber cuál es nuestro llamado?
Basta prestar atención. ¿Cuál es el trabajo que más le gusta hacer?

Ahí está la respuesta. Al llamarlo, Dios pone en su corazón el amor por una determinada tarea, y usted anhela mucho realizarla. Si todavía no ah logrado identificar, continúe orando a favor de esa necesidad, y Dios la revelará